Cabecera Columnas Blancas
image

SevillaFC - Columnas Blancas

CARLOS MARTÍN 22/12/2022

En busca de la felicidad

Sevillista del 87 con una deuda eterna con mi padre y mi abuelo. Jugué a ser campeón, sin plata ni papelillos, junto a Tsartas en el PC Fútbol 6.0 y aprendí a serlo desde la grada alta de Gol Sur mientras los Biris ponían banda sonora a los sueños. A bordo del 5 de Triana a Nervión quise ser Barbeito, Lobo, Palanganismo y Salmón, pero benditos ellos por adelantarse. Hoy llego a este rincón para aparcar el periodismo y juntar algunas letras. Porque lo tengo claro: para quererte, y escribirte, ya estamos nosotros.
Últimas entradas de Carlos Martín (ver todo)

«Isco, el gran fracaso del mercado de fichajes. Cinco meses después, el Sevilla FC vuelve a cambiar sus servicios médicos. La maldición del Sevilla: Marcao nunca se había perdido más de tres partidos seguidos por una lesión. La baja de Delaney se alarga y su salida se complica. Mapa accionarial: el equilibrio de fuerzas entre Del Nido y Castro hace que el Sevilla penda de un hilo. El Sevilla Atlético vuelve a perder. Fallece Ramón Zambrana. El Sevilla, condenado a pagar 2,3 millones por un traspaso de la época de Del Nido. La UEFA sanciona y amenaza al Sevilla con cerrar parcialmente el estadio. Batacazo para el Sevilla Femenino. El envejecimiento progresivo de los fichajes del Sevilla. Alex Telles: objetivo febrero. El Sevilla FC presentará pérdidas de 25 millones de euros. El informe de Legends, un jarro de agua fría a las previsiones con el Sánchez- Pizjuán. «¡Sevillano el que no bote!»: La increíble celebración del Juventud de Torremolinos tras el sorteo».

Una quincena de titulares. Una pequeña muestra, sin paños calientes, del termómetro deportivo e institucional más allá de Catar. Una larga travesía por este desierto de 38 días en el que cualquier aficionado de un equipo cargado de dudas buscaría llevarse una pequeña gota de optimismo a la boca. Más allá de portales o tertulias en clave «clickbait«, en el parón reinó el patrón del sesgo de negatividad que, habitando la parte baja de la clasificación y con una errada planificación, lo condiciona y justifica todo.

Este efecto de negatividad, como se conoce en psicología a la tendencia a enfocarse en estos aspectos de una determinada situación o persona, nunca pone el acento encima de aquello que pueda ser «positivo o neutral». Un fenómeno que explicaría porqué pesa más un rasgo contrario en una primera impresión (mucho más si es una opinión deportiva e inamovible convertida en un «yoyalodije») o el motivo por el que se tiende a recordar aquellas experiencias traumáticas en la balanza. De Oviedo a Bebeto sobrevolando hasta llegar a cualquier Junta General de accionistas. Las crisis siempre venden, y mucho más si esta reside en una empresa de referencia que ha cosechado éxitos y conseguido sus objetivos de forma holgada durante las últimas décadas, aunque esto provocara durante la competición mundialista el estar huérfanos de cualquier mensaje que invite a la ilusión en esta larga pausa.

0-3: RETOMA LA COPA EN TORREMOLINOS POR DONDE LA DEJÓ

Seis semanas después no hay mejor noticia. Siguiente ronda de la Copa del Rey. Volvió la victoria en el fútbol de verdad, el que habita en lo diario.

Si Gabriele Muccino estuviera dirigiendo la película de la temporada del Sevilla también la llamaría como su éxito de 2006. A falta de fichajes que ayuden a mirar al futuro con esperanza quizás sea el momento de contar con un discurso y con hechos que inviten a un verdadero cambio de dinámica. Que alguien se vista de Will Smith, aunque sea natural de Casilda o de San Fernando, para decir eso del «nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo por ellos mismos, te dirán que tú tampoco puedes hacerlo. ¿Quieres algo? Ve por ello y punto».

Queda temporada para darle la vuelta para un Sevilla que necesita buenas noticias y sigue «en busca de la felicidad«.

Ramón, querido Ramón

Nacido en Sevilla el 23-11-1953. Socio del Sevilla FC número 37 y propietario de 7 acciones. Ldo. en Filosofía y Letras ( Sección Ha. General) por la Universidad Hispalense. Fue profesor de secundaria desde 1979 hasta su jubilación en 2013. Vocal de la Asociación de Pequeños Accionistas y actualmente encargado de cuestiones históricas del club en la asociación. Fiel de Nervión con más de 50 años ininterrumpidos.
Últimas entradas de José Ramón Yúfera (ver todo)

Pasó el tan cacareado qatarí mundial con el final más o menos esperado, y aquí, el Sevillismo ya comienza a estar harto de estar harto. El tan esperado y deseado parón que según creían los más cándidos reconduciría la crisis deportiva hasta dejarla en solo “un mal inicio de temporada” lleva camino de quedarse en casi nada en términos de corrección de la marcha en el Campeonato Nacional de Liga (CNL).

En este mes y pico transcurrido, se anunciaron marchas de futbolistas que no han dado el nivel como cosa ya decidida y hecha, se amplió la “lista negra” a quien parece que ha tenido un grave enfrentamiento dialéctico con la Dirección Deportiva (DD), luego uno de los primeros descartes parece que va a quedarse a pesar de su más que probable operación que le va a prolongar su ausencia de los terrenos de juego, y la plaga de lesiones (ahora en el Mundial), que no cesa y que obliga a que alguno más de los señalados no pueda entrar en el mercado de enero. Hago tal reflexión porque es importante que salgan algunos con ficha muy alta y rendimiento bajo antes de nuevas incorporaciones sabiendo además que en esto del fútbol y más en época de mercado los “macutazos” son moneda de uso común.

Y ¿qué incorporaciones? Nombres muchos, realidades nada. Como pronostiqué, llegará el 8 de enero, visita del Getafe al RSP a las 18:30 horas, rival directo (directísimo) muy probablemente a cuatro (4) puntos de la salvación (se dice pronto, ¿eh?) y Sampaoli, si es que no ha dado para entonces la “espantá”, parece que va a tener menos efectivos que antes del parón. Cierto es que, dado el resultado de algunos de nuestros profesionales, casi es mejor no contar con ellos. Son cinco choques (5) en enero contra equipos que están en la misma pelea que el SFC, y es muy posible que lo que venga o lo que se vaya, sea al final y sobre la bocina.

Hace tiempo escribí aquí que a lo mejor haría falta en este honorable foro de sevillistas personas animosas que viesen las cosas de forma positiva porque, sinceramente, yo no veo en el club nada que me insufle el más mínimo optimismo. Creo que el abonado, el accionista, el peñista, es decir, todo el que sufre la actual gestión del club y las dentelladas de quien desea re-ocuparlo, ya teme que se produzca alguna noticia y prefiere la ausencia de noticias.

La Junta General de Accionistas (JGA) convocada para el 29 de los corrientes en virtud de los últimos acontecimientos jurídicos lleva camino de tener un resultado que no sirva de solución al devenir deportivo de la entidad: la guerra accionarial continuará así como la deficiente gestión del actual Consejo. Pero si ocurriese un “vuelco”, la sociedad quedaría en manos de personas de las cuales la mayoría social del Sevillismo no se fía. La afición (abonados, accionistas, peñistas y demás simpatizantes) empieza a sentir indiferencia ante el resultado de la JGA porque no ve ningún atisbo de posible mejoría propiciado por el grupo accionarial que salga vencedor. Pésima gestión actual, a todos los niveles, y promesas populistas del clásico vendedor de humo entre quienes desean manejar el club.

Sé que la D.D. soporta más de lo que debe y pese a su aún inexplicada planificación estival es único punto de referencia entre el Sevillismo, pero Ramón, querido Ramón, por ello el foco está sobre ti. La afición (abonados, accionistas, peñistas, etc…) estaba expectante y esperaba ya algo concreto a estas alturas, por lo menos en las salidas. Y nada. Si estás esperando a las vísperas de la JGA para anunciar algo no lo sé, pero debes saber, Ramón, querido Ramón, que la afición (abonados, accionistas, peñistas, etc…) está desencantada. No esperamos ninguna traca, ni la deseamos, solo profesionales comprometidos. Ha sido muy, pero que muy doloroso, ver a tres campeones de Argentina dando el callo con su selección mientras se han arrastrado, literalmente, hasta la jornada 14ª del actual CNL con el club que les paga, y demasiado generosamente. ¿Se van a quedar?

Vemos Ramón, querido Ramón, cómo (aparentemente) se alargan y aparecen dificultades inéditas en la rescisión de acuerdos y contratos con los daneses (uno excesiva e inadecuadamente temperamental y el otro todo lo contrario) e igual con el señor Alarcón y con los argentinos que juegan bien sólo donde les parece, y sin embargo, la afición (abonados, accionistas, peñistas y simpatizantes) ve con temor que sea imprescindible la venta de los marroquíes y quedarnos con el lastre de quienes han contribuido a estar en el puesto 18º del CNL, puesto de descenso. Dos marroquíes fundamentales en la lucha por la permanencia en las 24 jornadas del CNL restantes.

Mes y pico ya desde la derrota contra la Real Sociedad, han pasado los “bolos” contratados para no perder la forma y apenas buenas noticias: la implicación y profesionalidad de Rafa Mir, la esperanza en un Carlos Alvarez y poco más. El despunte de ciertos canteranos, como en la pasada temporada con el anterior entrenador, ha tenido su contrapunto con el claro derrumbe del primer filial que ni con cambio en el banquillo remonta. ¿Hay en el Consejo quien cree que seguir la cantera es cosa de “frikis”? Algunos creemos que es un indicio de la marcha de la entidad, y estamos un poco cansados de que se nos responda que “es la política del club”, la del argumento de tener futbolistas jóvenes en una selva de veteranos con colmillos retorcidos que tengan que aguantar las hinchadas locales como el pasado domingo en el Vivar Téllez de Vélez-Málaga. El casi seguro descenso del Sevilla At. arrastrará al Sevilla C a División de Honor: todo un éxito.

La crisis no es deportiva ni institucional, sino estructural. Ni el Consejo actual ni la oposición que intenta asaltar el club por enésima vez y fanfarronea con que lo seguirá intentando, a ninguno queremos. Los grandes capitales de la entidad están llevando al club a un descenso histórico del que nadie sabe si podrá salir, al menos a corto plazo. Ninguno representa a la mayoría social de ésta gran institución a la que tengo el orgullo de pertenecer desde 1955, aunque la ley ampare que la puedan controlar.

Escribo mientras se desarrolla la asamblea de Accionistas Unidos a la que no he asistido
porque ya estoy de “bajona” total y no deseo oír más, prefiero aquello de “la ausencia de
noticias es una buena noticia”. Pues eso, felices fiestas a todos los sevillistas, y a no cagarla el miércoles en El Pozuelo de Torremolinos.

El día que murió la música

Nacido en Sevilla, en 1977. Ingeniero de Telecomunicación dedicado profesionalmente a la Navegación Aérea en actividades de I+D a nivel nacional y europeo. Sevillista de cuna y socio. Coleccionista de equipaciones de juego del Sevilla F.C. desde hace 30 años bajo el nombre de “Benditos Colores”, dedicado a la conservación y divulgación de las piezas históricas utilizadas por los jugadores y a intentar desentrañar, poco a poco, la historia de la camiseta más bonita del mundo.
Últimas entradas de José Manuel Cordero (ver todo)

El 3 de febrero de 1959 una avioneta Beechcraft Bonanza chocaba en un campo de maíz de Iowa pocos minutos después de despegar del aeródromo de Mason City con destino a Moorehead, Minnesota. A bordo iban la leyenda del rock and roll Buddy Holly, otros dos importantes músicos, Ritchie Valens y The Big Bopper, y el piloto Roger Peterson. Ninguno sobrevivió al accidente.

Hay momentos con tal impacto generacional que marcan el curso de la historia y este -como tantos que cualquiera puede evocar- sería uno de ellos. La sociedad norteamericana quedó conmocionada, en lo que se consideraría como el fin de la inocencia asociada a los 50 y el hito que marcó el inicio de los turbulentos años 60 estadounidenses. Trece años después, Don McLean escribiría la archiconocida canción “American Pie”, que recorre en clave críptica la conflictiva década transcurrida desde el momento del accidente, “el día que murió la música”.

No resulta sorprendente que Estados Unidos, por su evidente trascendencia global, genere muchos de estos “puntos de inflexión”, incluso a nivel global. Lo que sí puede resultar llamativo es que, pese a su “irrelevancia” en el planeta fútbol, se puede señalar al Mundial de Estados Unidos ’94 como el momento en el que nació el llamado “fútbol moderno” y nuestro deporte cambiaría para siempre.

El Mundial ’94 traería cambios drásticos en el fondo y la forma del fútbol: novedades en las reglas como los tres puntos por victoria (dos hasta entonces, para el lector más joven), los tres cambios por partido, o la penalización de la cesión al portero cambiaron el estilo de juego, mientras cambios estéticos como las áreas técnicas para los entrenadores o la aparición de los nombres de los jugadores en las camisetas junto a su dorsal fijo, le daban una nueva imagen con cierto sabor a mercadotecnia. Pero incluso más allá de todo esto, el experimento de llevar el fútbol a tierras yanquis sería posiblemente el mayor éxito comercial de la FIFA en su historia: audiencias millonarias y estadios -inmensos- llenos de un público que asistía con curiosidad a un deporte que en buena medida desconocía. No sería casualidad que se convirtiera en la primera Copa del Mundo en generar pingües beneficios económicos al país organizador y, por ende, a la propia FIFA, que desde entonces mira con renovado interés la celebración de eventos en territorios inexplorados.

En una nota aparte, Estados Unidos ’94 provocaría indirectamente un seísmo que contribuiría al cambio de orden. En este caso, despertando el interés del “gigante dormido” Nike en las posibilidades del negocio del fútbol, en el que hasta entonces se había limitado en gran medida al suministro de botas a los jugadores. La repercusión del campeonato llamaría la atención de la marca de Oregon, que dominaba ya el baloncesto -impulsada por su relación con Michael Jordan- y el atletismo. La marca iniciaría su negocio haciéndose con la camiseta de la campeona Brasil, que rompió su acuerdo con Umbro en los primeros compases de la escalada de los precios de los patrocinios que seguiría; seguiría con la firma de dos de los mayores iconos del momento como Cantona (“au revoir”) y el auténtico Ronaldo, de forma que en el Mundial siguiente tenía tantas estrellas en su catálogo que rodaría algunos de los mejores anuncios de la Historia del fútbol (expresión que, por si misma, describe el advenimiento del “fútbol moderno”).

Fuente: Archivo personal. Folleto publicitario del anuncio Good vs Evil, de Nike

Esta nueva ola fue aprovechada por muchos clubes, que la emplearon para multiplicar sus ingresos y expandir su negocio, sirviéndose de las nuevas reglas del juego. El Real Madrid, que vestía Kelme en 1994, aumentaría exponencialmente sus ingresos en los años siguientes hasta culminar el paso a Adidas en 1998 con un contrato a la altura de ese nuevo status; casos similares se dan en otros gigantes europeos como AC Milan, FC Barcelona. El resultado es que se acrecentaría la brecha entre este grupo de equipos y el resto. La Ley Bosman y el desembarco de las televisiones privadas en el fútbol español serían los factores que faltaban para rematar el cambio.

A nuestro Sevilla toda esta dinámica le sorprendió en uno de los momentos más bajos de su Historia. Pese al prometedor contrato con Umbro firmado en 1994, la mala situación deportiva, social y, consecuentemente, económica, hicieron que todo este momento de cambio nos cogiera a contrapié. Si hubo alguna posibilidad de aprovechar el nuevo contexto a nuestro favor, la situación no lo permitiría. El Sevilla daría sus primeros pasos en la dirección de aumentar los ingresos por marketing en los primeros años del siglo XXI, pero ciertamente con una gran desventaja respecto a otros, amén de cierto desorden.

Desde entonces los éxitos deportivos se han sucedido, pero ya sea por unas causas u otras, el presupuesto del club no ha terminado de ver crecer la partida de ingresos por comercialización de la misma forma que sí lo han hecho otros. La “ruptura” de las reglas tradicionales que el Sevilla ha sabido llevar a cabo tan bien en la parcela deportiva, basada en los extraordinarios aciertos de Monchi, no ha encontrado reflejo en la explotación comercial de la marca. Aquí, pese a contar con grandes profesionales, nuestro club parece en general seguir tendencias que inician otros y de las que, en consecuencia, el beneficio es relativo y el estancamiento patente. ¿Se podía haber hecho significativamente mejor, o por el contrario existe un límite estructural cuya ruptura implica cambios más profundos?

El Sevilla ansía subir peldaños en este sentido, pero ello no está exento de riesgos. Jugamos en un terreno de juego complicado y cambiante, sobre el que conviene reflexionar: ¿vale todo por aumentar los ingresos? ¿dónde están los límites? Quien les escribe es un nostálgico al que cada vez le cuesta más digerir el fútbol-negocio (otro nombre para el fútbol moderno), pero al que eso no impide ser consciente de los tiempos que vivimos, y de lo necesario para competir por las cotas que el Sevilla persigue. Las nuevas condiciones de contorno -estadios con nombres de marcas comerciales, balones de colores, horarios televisivos leoninos, comisiones por transferencia de jugadores o derechos de imagen- tienden a alejarnos de la esencia de este juego y existe un cada vez más patente riesgo de desconexión del aficionado de toda la vida. ¿Estamos los sevillistas listos para hacer (aún más) concesiones en aras de este objetivo?

Recientemente parecen haberse dado pasos a nivel de marca en la dirección correcta de cifra de negocio, a tenor de las últimas cifras de comercialización, pero aún lejos de lo que los éxitos deportivos de los últimos 20 años sugerirían. Sería deseable la definición de una estrategia sólida que afecte de manera transversal al club, junto con el desarrollo de las estructuras y las políticas necesarias, en aras de aprovechar las nuevas reglas del juego y liderar tendencias y formas de generar negocio, más allá de replicar las fórmulas de otros. La modernización del club en sus canales de imagen es una asignatura pendiente. El Sevilla aún tiene amplio margen de mejora en este sentido… sin olvidar que no todo puede valer.

Se antoja fundamental en este proceso el encontrar el equilibrio entre el imprescindible desarrollo de negocio y la irrenunciable identidad del club. No han de ser, de hecho, conceptos antagónicos: en determinados sitios la identidad se ha convertido en un generador de negocio, planteado de la manera correcta (en nuestro país tenemos el ejemplo obvio del Athletic Club). Y en un tiempo donde la captación de nuevos aficionados al fútbol decae, sacrificar la identidad y el fomento del sevillismo en busca de ingresos puntuales que alejan al aficionado del club es un doble riesgo. La regeneración de las políticas sociales, del sentimiento de pertenencia del sevillista al club (no como cliente, sino como parte del mismo) y el fomento del acceso de los aficionados más jóvenes es fundamental en este sentido: ampliar fronteras no debe estar reñido con cuidar la base social existente, o puede que en conseguir el crecimiento exterior, perdamos al seguidor local. La identidad del Sevilla, el Norte en la brújula, la marca el sevillismo de a pie, al que siempre conviene escuchar.

Don McLean se equivocaba: la música no murió aquel día de 1959, tan sólo cambió. Para muchos, seguramente a peor. Pero donde hay crisis, hay oportunidad: el nuevo contexto nos dejaría la obra de los Beatles, Dylan o Hendrix, entre muchos otros. El fútbol moderno -el nacido en el Mundial ’94 y que, nos guste más o menos, nos ha tocado vivir- está sufriendo un nuevo cambio de ciclo. Las reglas siguen cambiando y tener una personalidad propia, saber distinguirse del resto al tiempo que se genera pertenencia en su base más fiel, es fundamental para el ansiado -y necesario- crecimiento. Un doble reto que ha empezado ya y por el que la perspectiva del tiempo nos juzgará.

LUIS REJANO 20/11/2022

Tiempo para cambiar la situación

Joven sevillano y sevillista del 2004, actualmente estudiando la carrera universitaria de Comunicación: Periodismo en Estados Unidos gracias a una beca deportiva de fútbol. Socio rojiblanco desde que nací y este gran sentimiento se lo debo a toda mi gran familia, eternamente agradecido con el enorme regalo de hacerme sevillista. Previamente colaborador en la web Dosis Futbolera con más de 70 artículos.
Últimas entradas de Luis Rejano (ver todo)

Imposible no haber escuchado nunca el dicho de «el tiempo lo cura todo» y verdaderamente una de las armas más poderosas con la que cuenta actualmente el Sevilla FC es el tiempo del que va a disponer gracias a la atípica celebración del mundial de Qatar durante los meses de noviembre y diciembre. Porque tanto […]

Yo confío

Tomareño nacido en 1964. Chofer repartidor en el concesionario de Cruzcampo Alejandro Morrillo SL. Fiel de Nervión y pequeño accionista del Sevilla FC. En su día me desahogaba en mi blog Crónicas del Sevilla FC. Colaboro en la tertulia “El Derbi” de Radio Tomares.

Últimas entradas de José Luis De La Rosa (ver todo)

El que no quiera ver al Sevilla en puestos de descenso que haga como yo, que no mire la clasificación. Que espere un poquito, que tenga paciencia. Su puesto no es este. Estando Lopetegui o Sampaoli. Al final en una liga tan larga normalmente todos los equipos están en su sitio y el de ahora […]

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies