El sentimiento sevillista, el amor al club, es con lo que se nos ilumina la cara a todos. Lo que nos une. Lo que se nos inculcó y supimos admirar de nuestros mayores.
Ya desde niño lo sentí bien profundo en las discusiones con mis amigos del otro equipo de la ciudad. Ridiculizaban nuestros triunfos de la era de los cincuenta poniéndose ellos como mejores. Nunca entendí ese afán en desprestigiar al contrario para reconocerse a sí mismo. Uno es por lo que es y no por lo que no es tu contrario. Y sobre todo siendo de la misma ciudad y ser el equipo que lleva su nombre: Sevilla. Tremenda ciudad. Para lo bueno y lo menos bueno.
Crecí con la ilusión de ganar deportivamente siempre. Y admirando a los Hita, Lora, Álvarez, Pereda, Ruíz Sosa, Valero cuando vestían la camisa de internacional. Luego vendrían los triunfos que todos tenemos en mente. Pero siempre nos quedó algo por ganar. Lo mejor está por llegar, sí, pero hay que luchar para ser los mejores. Siempre, aunque dudemos, hay que buscar la utopía. En el fútbol, en la vida y por tu ciudad. Nos hace ser mejores.
Pude conocer a JM Del Nido como presidente y conversar con él varias veces. En cenas y tertulias y preguntarle en varias ocasiones en Sevilla FC Radio en el programa de Sevilla es Salud. Realmente es de una pasta diferente. Él creó este Sevilla FC, junto con otros. Y con nosotros. Sí, el renovado Sevilla FC también es nuestro. Sin duda.
En una de estas cena-tertulias auspiciadas por Pfizer tuve que presidir un día, junto a él, la mesa a los que nos sentábamos unos quince contertulios. Era casi final del año 2003. En uno de los altos, entre plato y plato, JM Del Nido, en el Robles de la calle Placentines, atendió a Monchi. Se asomó momentáneamente por la puerta del salón privado en la que estábamos y departieron. Acabábamos de ganar al Real de Madrid estrepitosamente. Les metimos cuatro goles. Poco después se vendería a Reyes y comenzaría, con esa operación económica, el relanzamiento del club. En uno de los bis a bis con él, le dije que el Sevilla FC Institución le debía devolver a sus aficionados, éramos en esos momento casi un club insignificante, todo lo que estos le habían dado durante todos los años desde su fundación. Su amor y devoción. Y su apoyo económico. Con sus abonos año a año, que a veces no es nada fácil costearlos, con sus contribuciones puntuales y con las Acciones. JM Del Nido me miró y creo que ese razonamiento le gustó. “Quid pro quo” le dije. Lo damos todo y por ello lo queremos todo de nuestro Sevilla FC. Sé que le convenció porque lo utilizó en algunos de sus discursos inflamados.
Pasados 15 años aún estoy más convencido si cabe. Con todo lo que hemos recibido del Club sigo pensando que hay que perseguir siempre la utopía. Me atrevo a reclamar de una vez por todas lo que el Sevillismo ansía ganar. Ansía ¡¡¡GANAR LA LIGA!!!. Que se haga de una vez por todas. Hagamos un equipo poco a poco no sólo para mantener una buena posición en la Liga y nuestra economía florida sino para ganarla.
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