Eduardo Arenas Bocanegra es Abogado en ejercicio desde 1991, y es Socio Fundador de ARENAS & MEDINA ABOGADOS Y ASESORES, S.L.P. Su experiencia en el ámbito deportivo la comienza como Asesor Jurídico, en primer lugar, en la Peña Sevillista “Al Relente” y, posteriormente, de la Federación de Peñas “San Fernando” del SEVILLA FÚTBOL CLUB, siendo
Vicepresidente de la misma. Fue Secretario, Jefe de la Asesoría Jurídica y Consejero del SEVILLA FÚTBOL
CLUB desde Mayo de 1997 a Febrero del 2000. Es desde el 2007 Profesor de Derecho Deportivo en el “Máster de Gestión de
Entidades Deportivas” de la Universidad de Sevilla. Miembro del Comité de Valoración de Derechos Federativos y del Tribunal de Arbitraje de la Liga de Fútbol Profesional. Es coautor del “Código del Fútbol” libro editado por la editorial La Ley. Ha sido Vicepresidente de “Voz del Sevillismo” y Presidente de la “Asociación Accionistas Unidos del SEVILLA FÚTBOL CLUB”.
El sevillismo de base y la nueva ley del deporte
Ha comenzado una nueva legislatura. Uno de los deberes del Congreso y del Senado será tramitar y aprobar la nueva Ley del Deporte, bajo el impulso del Gobierno que se anunciará en los próximos días.
La actual Ley del Deporte es de 1990 y se dictó en un contexto de alarma social. Muchas noches el gran periodista JOSE MARÍA GARCÍA argumentaba con pruebas que los directivos de los clubs eran unos pésimos gestores y malgastaban el dinero público que recibían a través de las quinielas. Hasta los que no eran aficionados al fútbol, repetían aquella famosa frase de “maestros del buen comer y catedráticos del buen beber” cuando se refería a los gestores de fútbol español.
En aquel momento no hubo respuesta social ante los defectos y omisiones de la Ley, pero sí existieron prestigiosas voces críticas en relación al proceso de transformación de los clubs en sociedades anónimas deportivas. La más destacada que conocemos es la de D. MANUEL OLIVENCIA, Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Sevilla, en el prólogo del libro Sociedades Anónimas Deportivas de D. LUIS SELVA editado en 1992.
El SR. OLIVENCIA fue un profeta y dijo grandes verdades que hoy 28 años después son de gran actualidad. Así, mantuvo que en el proceso de transformación se produjo una posible expropiación de derechos de los socios, argumentando que colocar a éstos en la alternativa de pagar para la compra de acciones o perder su condición no se justificaba con la situación económica de pérdidas. En el mencionado prólogo escribió una frase muy ilustrativa: “…Queda por ver a quiénes irán las acciones que el cuerpo social no suscriba y en qué manos quedarán las sociedades anónimas deportivas…”.
Y surge la pregunta al leer el título de este artículo: ¿es importante la nueva Ley de Deporte para el Sevillismo de Base? Claramente sí, tenemos la oportunidad de corregir los errores de la actual y regular de un modo más justo los derechos de los aficionados, socios y accionistas minoritarios. Así nos lo lleva explicando con detalle desde hace mucho tiempo nuestro Compañero de Accionistas Unidos, PEDRO DE SERAS.
Y en esa tarea seguiremos trabajando junto a la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), bajo la dirección de EMILIO ABEJÓN. El 1 de febrero de 2019 se aprobó por el Consejo de Ministros un Anteproyecto de la nueva Ley del Deporte, tramitación que se suspendió ante la convocatoria de nuevas elecciones. Accionistas Unidos del SEVILLA FÚTBOL CLUB cumplió con su obligación de realizar aportaciones, tal como se publicó en IUSPORT en su edición de 12 de marzo de 2019.
Como propuestas de Accionistas Unidos a la nueva Ley del Deporte que afectarán de modo positivo al Sevillismo de Base, destacamos las siguientes:
1.- Garantizar la participación de los aficionados, socios y accionistas minoritarios en la toma de decisiones en las Federaciones y en los órganos colegiados de los clubs y sociedades anónimas deportivas.
2.- Regular las actuaciones para que exista la máxima igualdad de trato a clubs y sociedades anónimas deportivas, acabando así con la distinción que se creó en la actual Ley que permite al Real Madrid, Barcelona, Bilbao y Osasuna seguir siendo clubs, cuyos aficionados no tienen la preocupación que en sus entidades puedan participar personas extrañas a sus sentimientos.
3.- Establecer que para que una persona física o jurídica pueda adquirir un porcentaje de control en el accionariado de una entidad deportiva, identificándose éste como un 5% o múltiplos de esta cifra, debe acreditar su vinculación a la institución durante un mínimo de veinte años, ya sea por su condición de abonado o de patrocinador. Así como fijar que la mitad más una de las acciones representativas de una sociedad anónima deportiva sea propiedad del club que proviene.
4.- Confirmar lo ya dispuesto en el Anteproyecto de la Ley del Deporte de 1 de febrero de 2019 respecto a la eliminación de la obligación de transformarse en sociedad anónima deportiva para competir en primera y segunda división; al mismo tiempo que debe regularse el procedimiento para que la sociedad anónima deportiva que así lo decida pueda transformarse de nuevo en club.
5.- Fijar que será necesario el acuerdo de cuatro quintos del capital social para que se puedan vender o gravar los bienes inmuebles de las sociedades anónimas deportivas, destacándose especialmente entre ellos los estadios y las ciudades deportivas.
Todo ello bajo el convencimiento que en el mundo actual del fútbol hay personas que van y vienen, entre ellos los inversores extraños o extranjeros. En cambio, hay muchos que están siempre: los aficionados, socios y accionistas minoritarios. Confirmándose así el caso especial del SEVILLA, en el que el capital te da la mayoría pero quien te proporciona la estabilidad es la AFICIÓN.