- La clase no se compra - 04/10/2022
- De todos, menos de los nuestros - 05/07/2022
- Palos a Julen - 07/02/2022
El Sevilla FC está firmando en las últimas horas una de las páginas más negras en sus 132 años de vida y es que la forma de despedir a uno de los mejores entrenadores de su historia está dejando muchísimo que desear. Julen Lopetegui se sentará en el banquillo ante el Borussia Dortmund con la seguridad de que será su último baile en Nervión. Los últimos que dictarán sentencia serán los aficionados, que en los últimos partidos han preferido mirar al palco y no al banquillo.
Julen Lopetegui será historia. Historia que, pese a quien le pese, ya forma parte de las páginas doradas del Sevilla FC. Pero las formas han dejado mucho que desear hasta el último minuto. Una despedida empañada por la inacción de unos dirigentes que parecen haber olvidado lo que el club representa. Una despedida indigna y que deja a muchos culpables.
Si bien es cierto que los últimos meses del técnico vasco no han sido los mejores. Un equipo que desde febrero se ha caído por completo, con derrotas ante equipos de menor entidad. Pero eso es otra historia. Nadie duda de que Lopetegui debe dejar de ser el entrenador del Sevilla, sin embargo, no hay un solo sevillista que pueda entender una decisión muy alejada de lo que este club lleva años haciendo.
Lopetegui va a salir por la puerta de atrás. Su última rueda de prensa ha sido catedralicia, mordiéndose la lengua y anteponiendo al club por encima de egos personales. Quizás algunos deban aprender de él, porque lo fácil, más aún sabiendo su desenlace pase lo que pase mañana ante el Borussia, hubiese sido señalar a aquellos que están perpetrando uno de los mayores ridículos de nuestra historia.
Tres clasificaciones a Champions vía Liga de manera consecutiva, récord de puntos en una Liga de Primera División y un título europeo en aquella bonita noche de verano en Colonia. Pase lo que pase, Lopetegui tiene su capítulo en las páginas doradas del club. Los que han perpetrado esto, tendrán que dar las explicaciones a sus aficionados tras dejar a una entidad centenaria en el más absoluto ridículo. Cuestión de clases. Gracias, Julen.
Comentarios recientes