Tomando la pregunta que le hace san Pedro a Jesús en la Vía Apia, referida en “Los Hechos de Pedro” y que sirvió de título para una de las películas más taquilleras de la historia del cine, nos preguntamos en clave sevillista, Quo vadis, Monchi? ¿A dónde vas, Monchi?
Los sevillistas estamos perdidos al ver cómo el representante del club más cercano y fiel a la afición, el que nos ha hecho ser campeones con su inmejorable trabajo en la Dirección Deportiva, toma un camino distinto en su proceder y, saliéndose del guion, nos quiere hacer ver que nada ha cambiado y que todo está controlado.
Y conste en acta que soy un gran seguidor suyo, que no hace mucho tiempo escribí, en estas mismas columnas, un artículo sobre su figura en el que la única duda que me planteaba nuestro “León San Fernando“ era dónde le poníamos el monumento, si en Gol Norte o en Gol Sur.
Tiene tanto crédito en el sevillismo que, a mi parecer, está siendo utilizado como escudo por otros que no dan la cara.
Nos debes alguna que otra explicación porque no entendemos nada, das la cara para quitarle los marrones al presidente y te expones a un fusilamiento mediático en Madrid, donde los medios, perfectamente orquestados por su “Alteza“, van a despellejarte sin el más mínimo miramiento.
¿Por qué lo haces?
Es una batalla perdida mucho antes de empezar porque vas solo, a pecho descubierto, contra miles de estómagos agradecidos que dicen ser profesionales del periodismo y que están dispuestos a lincharte para complacer a quien manda. ¿Qué necesidad tienes de exponerte de esa manera?
La directiva sube el precio de los abonos en un momento económico difícil y sigue negando a los niños y jóvenes la posibilidad de ser socios del Sevilla FC con unos precios prohibitivos y, en ese momento en el que los aficionados nos sentimos una vez más ninguneados por el club, tú sales a echarles un capote diciendo que los abonos son baratos… y la verdad es que no te reconozco.
Fichaste a Julen Lopetegui y el sevillismo lo aceptó solo porque venía de tu mano y, después de tres temporadas, cumpliendo objetivos, pero echando a los aficionados del campo por su mal juego, debía llegar el momento de dar por terminado el ciclo del entrenador vasco y llenar de aire fresco el desolado ambiente.
¿Por qué no lo has hecho?
Si el problema ha sido la alta indemnización que se debía pagar al entrenador, deberías decirlo y no seguir apoyando a un entrenador en el que no crees.
Terminado el mercado de fichajes, el uno de septiembre nos encontramos con la peor planificación en décadas, una planificación que parece hecha por alguien que no tiene nada que ver contigo.
¿Qué ha pasado?
Si la directiva te ha dicho que no hay dinero para fichajes y que tenías que hacer una planificación low cost deberías explicarlo, porque sigues dando la cara por la directiva, pero tú quedas señalado como el culpable.
Es más, la planificación está hecha para Lopetegui y en sus preferencias futbolísticas parece que nunca entran los goleadores de calidad y los centrocampistas físicos.
Porque nuestro entrenador actual, nos guste o no, quiere delanteros luchadores y centrocampistas sobones de balón, todo lo contrario de lo que reclama la afición.
¿Por qué se hace una planificación para un entrenador en el que ya no se cree?
No entendemos nada y parece que a nuestro “León” lo tienen secuestrado.
Necesitamos saber la verdad y solo obtenemos como respuesta el silencio, un silencio que señala a Monchi , no sabemos si de manera justa, como el culpable de la situación.
No le des la espalda a tu afición, no la traiciones.
Quo vadis, Monchi?
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