Seth Godin, sin parentesco alguno con el central uruguayo, es uno de los teóricos del marketing más importantes del siglo XXI y dice que “Es más fácil amar a una marca cuando la marca te ama también a ti“.
En nuestro club, que dicen funciona como una empresa, no deben haber leído sus libros porque está quedando meridianamente claro que los aficionados aman la marca Sevilla FC pero la marca como empresa no ama a sus aficionados.
Diría más, no solo no los ama, sino que los utiliza siempre a su conveniencia con una falta de sensibilidad que a veces llega a producir la más profunda tristeza.
En una situación económica como la que estamos padeciendo, sabiendo que se interrumpió una temporada faltando los partidos de más enjundia y después de una temporada en blanco lejos del estadio, se esperaba otra cosa del club.
Reconozco, iluso de mí, que creía que la cúpula del club iba a dar un golpe de efecto diciendo que esta temporada, en la que habrá límites de aforo, sorteos y aún no se sabe si volverá la normalidad, quedarían renovados todos los socios que estaban de alta en 2020.
Esta posibilidad que expongo, estaría apoyada en el discurso que tantas veces hemos escuchado de la dirección en el que se nos ha dejado claro que los ingresos por los abonos son una cantidad irrisoria dentro del presupuesto anual.
Era el año, era la temporada de dar ese abrazo a la afición, ese guiño que siempre nos falta y que nos hace sentir los últimos invitados a la fiesta.
Escuchaba ayer decir a unos sevillistas que nos trataban como clientes y yo analizando la situación creo que no es verdad, a los clientes se les trata infinitamente mejor que a los aficionados.
Señores directivos, bajen el balón al suelo de los barrios, pisen el césped de la calle, pónganse la camiseta de los sevillistas de a pie que se gastan sus ahorros en defender este escudo y no olviden que ellos son los que hacen grande al Sevilla FC.
Y por favor, no me hablen de que el club es una empresa y no entiende de sentimientos porque la fuerza de esta empresa para ustedes, equipo para nosotros, está precisamente en el sentimiento y en el amor a unos colores que nos legaron como la más preciada herencia.
Me duele en el alma escribir estas líneas y más sabiendo que para las próximas Juntas de Accionistas llamarán a filas pidiendo nuestro apoyo y exigiéndonos que actuemos con los mismos sentimientos que ellos ahora nos niegan.
Mucho tiene que cambiar la actitud de estos señores para que los sintamos algún día, como de los nuestros.
Los días de sufrimientos en la grada os harán más sevillistas y los días de palco y canapés, os harán más empresarios.
¡¡¡ Viva el Sevilla, de los sevillistas de verdad !!!
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