Hay ya una generación de sevillistas, coincidiendo con las dos décadas cumplidas de siglo XXI, que solo han saboreado éxitos. Seguramente, criados en la bonanza del club y su equipo, serán optimistas ante cualquier eventualidad deportiva que en el calendario imponga. Los que hemos pasado la mayor parte de nuestra vida de hinchas del SFC entre sinsabores, somos más cautelosos, la mediocridad vivida nos pesa más que la actual situación. Pero entiendo perfectamente a los siempre optimistas y confiados en las posibilidades de éxitos resonantes, acostumbrados como están a recordar los estadios y ciudades que jalonan la reciente historia del SFC: Philips Stadium (Eindhoven), Luis II (Mónaco), Hampdem Park (Glasgow), Communale de Turín, Estadio Nacional (Varsovia), St. Jakob Park (Basilea), y Rhein Energie de Colonia. Cardiff, Tiflis, Bernabeu, Nou Camp, son también ciudades y estadios en las que hemos hecho historia, aún sin vencer.
El sorteo de la Copa de SM el Rey edición 2020-21 nos ha deparado un choque contra el actual titular de Linares, el C.D. Linares, heredero (casi el mismo escudo e idénticos colores) del Linares C.F. entidad que llegó a competir hasta cinco temporadas en 2ª División. En una de ellas, la primera, coincidió con el SFC, y es lo que me inspira esta redacción.
En la última jornada del CNL, 26-5-1974, nuestro SFC fue a Linares a jugarse nada menos que un posible descenso a 3ª División. En el estadio de Linarejos, inaugurado en 1956 incluso antes de la fundación del club representativo de su ciudad, el Sevilla FC escribió una de sus páginas más tristes en sus casi 131 AÑOS DE HISTORIA. Y eso que ganó 0-5. Un estadio, muy lejos del glamour de los citados arriba, pero que los sevillistas no debemos olvidar.
Para entender cómo se llegó a tal situación hay que remontarse a la temporada de Don Dan (Dan Georgiadis): 36ª jornada del CNL 1971-72, Granada CF-Sevilla FC, el agonizante equipo desplazado a Los Cármenes (30-4-1972) fue a ser apuntillado por un GCF que había hecho la mejor temporada de su historia bajo la presidencia del temperamental Cándido Gómez “Candi”. La prensa local enrareció el ambiente contra nuestro club al airear un supuesto intento de compra del partido. “¡Mañana a morir aquí” narraba el gran J.A. Blázquez que gritaron a las puertas del hotel donde se concentraba el SFC. Ante una desmesurada hostilidad del público, el SFC fue un pelele al antojo de los agresivos y espoleados granadinistas: Ñito, Aguirre Suárez, Fernández, Porta (“pichichi” ese año), Barrios y del luego sevillista Rafael Jaén. Dos semanas después se consumó el descenso en el Bernabéu ante un anfitrión que necesitaba la victoria para “campeonar” y que venía escocido por una derrota en el Calderón de 4-1 ante su “eterno rival”. El resultado: también 4-1 y para casa descendidos, hecho especialmente cruel por lo inesperado y porque además, nuestro rival urbano, se mantuvo en 1ª. Hubo que aguantar tela.
La temporada (1972-73) en 2ª no sirvió para recuperar la categoría. El equipo no carburaba y todo fue de mal en peor. Presencié la derrota en casa contra el Baracaldo CF que provocó la ira del RSP y la consiguiente dimisión de Cisneros Palacios, fue el mismo día que Berruezo sufrió el desmayo antecesor de la tragedia de Pasarón y en el que por megafonía se anunció el óbito del Dr. Leal Castaño.
En Febrero la nueva directiva de Eugenio Montes sustituyó a Juan Arza por Salvador Artigas (“Míster K.O”), pero éste no consiguió el objetivo. El equipo quedó 4º fuera de las plazas de ascenso. Nos contentamos con el descenso del RBB y fuimos felices sin saber por qué. No éramos más provincianos por falta de entrenamiento. Recuerdo vencer al Pontevedra CF por 5-2 en la penúltima jornada de liga una tormentosa tarde de mayo mientras el RBB caía en Castalia por 3-1 perdiendo así las pocas opciones de salvación que tenían. Lamentablemente, se celebraron más los goles de Del Bosque, Clares y Ortuño que los nuestros.
La pre-temporada de la 1973-74 prometía, llegó un afamado entrenador austríaco que decían era un clon de Merkel, Ernst Happel. La consecución del II Trofeo Ciudad de Sevilla mas los fichajes de Fleitas, Víctor Espárrago y Biri Biri, instalaron al sevillismo en una especie de euforia que se disipó nada más comenzar el CNL. El 3-0 de la 1ª salida al Carranza fue toda una premonición de lo que iba a seguir. El fracaso fue aún mayor que el anterior y agravado además porque el RBB “agarró la punta de la tabla” desde el inicio y ya no la soltó. Happel no encajó ni con la plantilla ni con la directiva, no superó la valla del idioma y fue cesado en la jornada 15ª sustituido por Santos Bedoya.
En la 2ª División de entonces bajaban cuatro directamente, y otros cuatro promocionaban contra los sub-campeones de cada grupo de 3ª. Esto se traduce en que el riesgo de descenso empezaba en el 13º puesto, ¡en una competición de 20 clubs! El inadaptable Happel y su tardío cese fueron aspectos responsables de tal desastre. Santos Bedoya fue relevado por Enrique Buqué tres jornadas antes de la finalización del CNL tras perder ante C.A. Osasuna (Jornada 35ª) en el RSP. Buqué se estrenó con otra derrota en “Pucela”. A dos semanas de la finalización del CNL la posición del SFC en la tabla era la 13ª, de promoción, y nos visitaba el CD. Tenerife del goleador Cantudo, (traspasado al Sevilla en el siguiente verano) que venía 4º, a un solo punto del Hércules que figuraba en plaza de ascenso.
Sin duda alguna, aquella plantilla no era tan mala como para tamaño fracaso. Hubo veteranos de la casa, como Rodri, Chacón, Toñánez, Acosta, Costas, Hita, Lebrón y Lora, y otros foráneos, muy de vuelta ya, como Fleitas, Gª. Murcia, Conejo y Martínez Jayo. No todos rindieron a plenitud. Al lado de esa vieja guardia figuraban otros más noveles, algunos de los cuales más tarde serían referentes: Paco Ruiz Brenes, Curro San José, Biri Biri, Julián Rubio, Montero, Pulido, Juanito, Pablo Blanco, Yiyi, Boni, Rodríguez, Blanquito… Nótese que en esta lista hay tres dorsales de leyenda del club actualmente: San José, Enrique Montero y Pablo Blanco, uno con medalla de oro del club, Paco, y trozos de historia del sevillismo como Julián Rubio y Biri Biri. Pero, además de los citados había otros, que al menos yo, no he vuelto a saber de ellos en el fútbol: Uriona, Bea, Merayo, Catalán, González, Garzón, Gómez, Manolín Robles, Soler Magadán, Lamata, Juan Fermín y Guerrero.
Estuve en Mérida de viaje de estudios y juerga el calurosísimo fin de semana del partido contra el CD Tenerife, y como éste, fijado para el domingo 19-5-1974, era nocturno, a mi regreso me dio tiempo a ir aunque llegué ya empezado. El encuentro fue memorable, con un RSP lleno, la tensión y la angustia se palpaba en el ambiente. 4-2 fue el resultado final con todos los goles en la 2ª parte y un “hat trick” de Biri Biri. El colegiado Sanz Marrón, su 4ª temporada y última en el fútbol profesional, prolongó el tiempo 15 minutos injustificadamente ante el nerviosismo de toda una afición que acumulaba tres años de disgustos y, como los “chicharreros” acortaron distancias en el alargue, el miedo se instaló en la grada. Por fin el trencilla madrileño decretó el final y hubo suspiro hondo. Se había salvado un “match ball”.
Vencer al CD. Tenerife sirvió para subir tres escalones en la tabla. El Córdoba CF pasó a ocupar el puesto 13º. Pero dado lo apretada de la clasificación, otra derrota o una carambola si no había victoria, obligaría al SFC a defender contra un 3ª su plaza en 2ª. El calendario marcaba fin de trayecto en Linarejos. No correspondía exactamente esa visita, ya que el choque de ida fue en la mitad de la 1ª vuelta, pero por ajustes del calendario de la Selección Nacional y la Copa, hubo en 2ª un precedente de calendario asimétrico. El SFC llegaba a la ciudad jienense con 37 puntos ante un Linares CF ya descendido pero que en el RSP empató a tres en Noviembre. Muchos nos temíamos un desenlace como el de Los Cármenes dos años antes. Recuerdo que me refugié en la azotea de mi casa de la calle Santiago en principio para estudiar, finales de curso ya en 4º de carrera, pero con un transistor al lado que sintonizaba a ratos.
Una plaza de promoción y seis equipos evitándola: San Andrés, Real Mallorca, SFC, Orense, Baracaldo y Córdoba, por el citado orden y en un pañuelo de dos puntos. Cualquier cosa podía suceder. Fue el Córdoba el perjudicado, todos sus rivales vencieron menos el Orense que empató a dos en Vallecas. Nuestro Sevilla, con un gran desplazamiento de fieles, arbitraje del ceutí Jaramillo González, ganó 0-5, dos goles de Biri Biri, otros dos de Conejo y uno de Baby Acosta. El delantero y más distinguido de los locales, Tolo Plaza, firmó por el SFC y contribuiría al ascenso con Roque Olsen la siguiente campaña. A cambio, Manolo Costas, fue a Linares. Que cada uno saque las enseñanzas y lecturas que quiera. Triste historia de un 0-5 que por producirse teniendo que defender el mantenimiento en 2ª División, sonrojó a todo el sevillismo.
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